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dimecres, 29 de juny del 2011

Clarence Clemons

El saxofonista, Clarence Clemens, apodado por su gran fisco, “The big Man” se dio a conocer a raíz de su participación en la célebre formación de la E. Street Band de Bruce Sprinsgteen, en la cual llegó a ser una pieza indiscutible, siendo el sonido de su saxo uno de los factores clave que daba ese toque especial a las actuaciones de la mítica banda.

Su carisma dentro y fuera del escenario, su dominio del saxo y el buen feeling existente con Springsteen hizo de él un músico mundialmente reconocido.

Tristemente, el sonido de su saxo se apagó el pasado 18 de julio, después que Clarence no pudiera hacer frente a una serie de complicaciones derivadas de un derrame cerebral que finalmente acabaron con su vida.

Se inicio en la música de la mano de su padre, un predicador bautista, quien le puso por primera vez en las jóvenes manos de Clarence un saxofón. Sus influencias iniciales fueron con la música Góspel, muy ligada al ambiente familiar.

Rápidamente se sintió atraído por el Jazz y el Rock And Roll, estilos que con el tiempo llego a fusionar y crear el sonido característico que le llevo a ser “The big Man”.

De joven Clemens debido a su sorprendente físico opto por dirigir sus esfuerzos en formarse como jugador profesional de futbol americano, todo hacía presagiar una exitosa carrera deportista, pero un accidente de automóvil dio al traste con esa posibilidad, pasando entonces a centrarse en la música.

Durante su carrera formo parte de algunas bandas de Jazz siendo su paso por la E. Street Band cuando más se dio a conocer. Llego a colaborar en la grabación de temas con multitud de artistas de primera fila, participando incluso en algunos films. Su último trabajo fue en el video-clip “The edge of glory” de Lady Gaga.

Dicen quienes lo conocieron que era una persona tierna, cálida, cercana, esperanzadora…..era “THE BIG MAN
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dimarts, 21 de juny del 2011

El S.S. Thistlegorm

La madrugada del 6 de octubre de 1.941, en plena Segunda Guerra Mundial, dos bombardeos Heinkel del ejército alemán sobrevolaban el Mar Rojo. Sus órdenes eran localizar y hundir el “Queen Mary”, durante la misión interceptaron por casualidad el buque carguero ingles S.S. Thistlegorm, el cual fue bombardeado y hundido.

El S.S. Thistlegorm fue construido en Inglaterra el año 1940, poseía una eslora de 126 metros y fue diseñado para el transporte de mercancías y económicamente financiado en parte por el gobierno de su majestad.

Sumidos en un momento crítico se destina el uso del carguero para el transporte de material bélico a las tropas, tomando el mando de él la marina inglesa.

El Mediterráneo estaba en manos de los ejércitos alemanes e italianos lo que complicaba la llegada de material militar al ejército que combatía en el Norte de África. Eran los llamados “Ratas del desierto” y pertenecían al octavo ejército Británico mandado por el Mariscal de Campo B. Montgomery.

Los buques ingleses se veían obligados a navegar alrededor de Sudáfrica dando un rodeo de 12.000 millas hasta llegar al Mar Rojo (2.200 km de largo por 335 Km de ancho), el objetivo atravesar el Canal de Suez y atracar en Alejandría, base del ejercito ingles al Norte de África.

En aquella ocasión el S.S. Thistlegorm transportaba cerca de 4.000 toneladas de material militar, la carga consistía de tanques, camiones de transporte, motocicletas, piezas de recambios además de uniformes y botas para las tropas. Una parte delicada de la carga era la gran cantidad de munición de distintos calibres que transportaba en sus bodegas.

Aquella madrugada de octubre, fue hundido cuando en realidad el objetivo del ejército del aire alemán era el “Queen Mary” que transportaba abordo miles de soldados británicos que se dirigían al frente de batalla y que se suponía en la zona.

EL S.S. Thistlegorm fue alcanzado por dos bombas que favorecidas por la gran cantidad de munición que transportaba provocaron el rápido hundimiento del carguero. 9 de sus 48 tripulantes murieron, los supervivientes pudieron llegar a la costa pero les fue imposible informar del lugar exacto del hundimiento, por lo que el ejército británico dio por desaparecido el buque y su carga.

No fue hasta mediados de los años cincuenta cuando el mediático científico Jacques Cousteau lo encontró durante un trabajo de investigación del Mar Rojo. Cousteau, decidió falsear la posición exacta del S.S. Thistlegorm para evitar el expolio. En los años 90 un grupo de buceadores dio con él y desde entonces se ha convertido en uno de los lugares de culto de los amantes del submarinismo.

Durante la inmersión se tiene la oportunidad de rodearse de una parte de la historia. Los restos del barco se encuentran de pie en el fondo del mar, y aun posee su pesada carga que con los años ha sido tomada por la vida marina. Unas imágenes impresionantes, cuentan que las inmersiones nocturnas al interior del barco son inolvidables.
A mi amigo Aris
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